La vida es plural y como plural engloba varios tipos de información. Anteriormente la información contaba con una vía única para ser transmitida, sin embargo, en la actualidad, hemos de considerar a la información como una nueva dimensión a la que se ha de prestar especial atención para entender a aspectos de nuestra sociedad que podrían pasar desapercibidos ante nuestros ojos.
La información tiene una dimensión que es reflejo del poder económico de algunos estados que tienen en sus manos el motor que da arranque a un proceso que convertirá a las potencias preexistentes en el marco mundial, en potencias en el marco de la información.
Este enfoque fundamentalmente económico es el que se ha de rechazar y de hecho se rechaza en las cumbres internacionales que se celebran a nivel mundial. Se ha de rechazar esto y, por el contrario, se ha de ensalzar la importancia de un acceso equitativo a la información por todos.
Las reglas del comercio internacional han de contar con excepciones y una de ellas es la de luchar por un acceso global y universal a la sociedad de la información.
Cierto es que la información está en el centro del proceso económico actual, pero cierto es también que se escapa de dicho marco. Es más, la información altera las reglas fundamentales del capitalismo, se libera la palabra.
Muchos hablan pero no hemos de olvidar que la palabra es de todos, esto es un síntoma esencial que nos hace saber que existimos y que sirve como elemento identificativo de cada uno de nosotros.
Muchos son acaparadores de la palabra y, sin duda, sus palabras tienen más interés o difusión pública, pero todos tenemos voz, aunque no todos tenemos voto en lo que sucede a nuestro alrededor. Para favorecer tal hecho han incurrido en el mundo mediático instrumentos tales como los blogs.
La presión por acallar las voces de los que ahora podemos hablar es realmente pretendida, pero a esta se ha de responder con un comportamiento que no puede ser sino el de la resistencia. Las grandes potencias rechazan la democratización internacional para favorecer sus propios y únicos intereses.
Existe más de una sociedad de la información, existen al contrario, sociedades plurales diferentes todas ellas. Todos tenemos cabida en un entorno en el que no sólo se pueda sino se desee comunicar, y tal tarea se ha de realizar conjuntamente.